Los pichis… No hay prenda que me transporte más a la niñez. Son esos vestidos sin mangas, sencillos, ideales para llevar sobre un jersey y que tanto pueden recordar a un uniforme escolar. La masa se divide en amantes de la prenda y detractores. Yo sin duda soy una enamorada de estos vestidos tipo peto, eso sí, con unas buenas botas que rompan completamente con su lado naif.