Hoy vuelta a la rutina, a las clases y a los madrugones… ¡Pero con energía!
Y en estas mañanas frías lo mejor es ir bien abrigado, pero sin dejar de lado el estilo 😉 Así que me animé a hacer un nuevo DIY bien calentito: un chaleco de pelo.
A priori, lo hice por capricho, por tener uno de esos chalecos que tanto veía en la calle, tanto me gustaban, pero que no me animaba a llevar. Pero una vez hecho… Me he enamorado de él.